jueves, 22 de abril de 2010

En Baires otra vez

Acabo de pisar Buenos Aires por segunda vez en lo que va del año, no han pasado siquiera dos meses desde que partí la vez anterior.

Estos viajes overnight te dejan destruido, ya que la cama es irremplazable cuando de dormir y descansar se trata; quiero hacer una excepción en este punto y es cuando de dormir con Kia se trata, en donde los convencionalismos realmente no existen, entonces debería tratar al descanso desde otras bases que no vienen al caso en este momento (¿debería escribir un ensayo sobre el tema?).

Tengo 40 minutos de demora para tomarme un taxi hacia el centro (downtown para los más norteamericanizados) , no dispongo de Wi Fi gratuito, así que me pareció una buena idea escribir un poquito.

Hoy, en Santo Domingo, al abordar el vuelo vi a un personaje seguramente conocido y muy simpatico (¿) para los dominicanos: el pedante de juez que estaba en Latin American Idol, quien estaba junto a Patricia Sosa, conocida cantautora argentina. Ya en Lima_Peru me anime a conversar con Patricia junto a su … representante? Fueron 5 minutos de platica amenos, realmente pensaba que esta chica no iba más que a contestarme con monosílabos adosados de un aire de fastidio, cosa que no sucedió.

De este encuentro anecdótico, del viaje, del encuentro con mi tierra, me vinieron a la cabeza algunos pensamientos . Reflexionaba acerca de un mundo sin banderas, cosa en la cual no creo. Pero como mi naturaleza no me permite descartar ni dejar nada por resuelto definitivamente, comencé a darle rienda suelta al caso nuevamente .

Este hombre del jurado de L.A. Idol, cuyo nombre desconozco, despertó en su momento junto a la brillante actuación de la artista dominicana una adhesión masiva en apoyo de una y en contra de otro. Algo asi como un sentimiento nacionalista, lo que comúnmente llamaríamos: dominicaneidad .

Por otro lado, de saber que una artista argentina va a Dominicana, más el sentimiento de que aquí las cosas no son tan malas como las veía antes de pisar la sagrada tierra caribena (Cada vez que vengo me pasa eso) despertaron en mi la argentinidad.

Curioso proceso, pero no cabe duda que ante la menor señal de ataque que percibimos por lo cual sentimos que es nuestro o pertenecemos enseguida adoptamos una posición de defensa y ataque. Acentuandose el entimiento de pertenencia. Como a aquellos hermanos que viven dándose golpe e insultos todo el dia, pero cuando alguien de afuera viene y toca a uno de ellos el otro salta incondicionalmente en su ayuda.

Más de un jevito voto por aquella chopita, como he escuchado y/o leído, y ciertamente yo he defendido la pedantería del que en otras circunstancias hubiera criticado y atacado. Pero como es a nuestro rancho al que cascotean….

Que yo acá no pertenezco, que soy europeo, que qué país de mierda y miles de cosas más. Pero que la nacionalidad brota, es un hecho y eso significa una identidad, un lugar, una familia, un barrio, un país…

No importa cual adoptemos o heredemos, a veces ni la familia es por herencia sino por elección. Pero de algo sí que estoy convencido y es: que todos tenemos un lugar al cual pertenecemos.

Afortunadamente yo no tengo problemas de identidad, y sé muy bien que tengo un lugar en el mundo al cual le debo mi ser y otro ahora donde residen mis afectos donde elegí vivir.

Pero como les decía este asunto del mundo sin fronteras lo doy por cerrado, y si mañana lo plantea otro o me surge alguna duda volveré a reabrir el caso y considerarlo como en un principio.

Basta por hoy.

1 comentario:

  1. mi amor... ¿qué te digo? para variar solo entiendo como la mitad de lo que dices. O sea que esta es mi opinión oficial: pa' lante!

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